
The Good Place / Imagen de NBC
Entretenimiento
The Good Place (serie): 23 MINUTOS PARA TI
Pablo Jorge Díaz Varela
27 de Mayo de 2021
¿Puede ser la comedia una forma de terapia?
Cuando pensamos en series de comedia americanas, usualmente vienen a nuestra mente dos tipos de programas; en unos se provoca el humor por medio de voces pregrabadas (risas enlatadas) que alientan a las personas a sentirse alegres o tristes según lo amerite el momento. En los otros, el foco está en las situaciones incómodas y ridículas o en el humor de “pastelazo” que nos causa risa por algunas desgracias o desventuras que sufren los actores.
Sin embargo, desde finales de los años noventa ha surgido un tercer tipo de comedias americanas, que también nos garantizan algunas carcajadas, pero que a su vez nos invitan a la introspección. En este tipo de series las risas y la diversión surgen de la crítica. Al cuestionarnos los problemas de la vida cotidiana, que van desde los típicos desacuerdos con amigos o parejas, hasta conflictos éticos y morales.

The Good Place / Imagen de NBC
El equipo detrás de The Good Place ha comprendido muy bien cómo darle sentido al humor. Y han logrado crear una serie que nos puede ayudar a sentirnos “cómodos y seguros” para reír y hacernos algunas preguntas sobre la vida, si así lo deseamos. Para ello la producción desarrolló espacios que son atractivos tanto por los escenarios y elementos visuales, como por el entorno amigable que crean los personajes.
Este ambiente se vuelve propicio para lograr que podamos relajarnos por 23 minutos (duración promedio de un capítulo) y a su vez nos ofrece un espacio de reflexión sobre diversos asuntos que van desde la vida y la muerte, pasando por el amor y la amistad, hasta llegar a preguntas complejas como: qué sentido tiene bondad y cuál el peso de nuestras acciones sobre otros.

The Good Place / Imagen de NBC
La historia en sí (evitando spoilers) comienza con Eleanor Shellstrop una joven adulta, que acaba de fallecer. Afortunadamente para ella el lugar al que ha llegado es el equivalente al paraíso, aquí nombrado como el “lugar bueno” (The Good Place). El problema que descubrimos en los primeros minutos es que, aparentemente Eleanor no fue una buena persona durante su vida, por lo que su llegada al “lugar bueno” ha sido una equivocación.

Eleanor Shellstrop The Good Place / Imagen de NBC
Así comienza la serie, en la que Eleanor con ayuda de otros personajes comenzará a poner en duda algunas de las peores acciones que realizó durante su vida. Para intentar convertirse en una buena persona y que merezca el lugar en el que se encuentra.
La serie estrenada en 2016 tiene varios puntos fuertes, por un lado, nos ofrece una amplia gama de actuaciones, cada personaje tiene una personalidad distinta que contrasta con las de los otros. Esto enriquece los diálogos y permite la espontaneidad en la mayoría de las situaciones, lo que permite que existan diversos puntos de vista sobre los conflictos que se presentan.
Por otra parte, los personajes no son estáticos, ya que aprenden de sus errores y evolucionan junto con el desarrollo de sus propias historias. Por si fuera poco, el guión está lleno de sorpresas que transforman por completo la historia y ofrecen nuevos retos para la audiencia, al hacernos empatizar con las historias y ponernos a pensar cómo resolver los conflictos que se presentan. Finalmente, al ser tan cortos los capítulos, es más sencillo disfrutarlos sin perder el hilo de la historia o agotar la diversión.

The Good Place / Imagen de NBC
La cuarta y última temporada de The Good Place fue estrenada en septiembre de 2019 y llegó a Netflix a principios del 2020. Es una serie redonda con un final que no pierde ni un toque de la esencia del programa y que nos deja llenos de emociones encontradas, mensajes positivos y una que otra risa bien lograda.
Si quieres librarte un poco del estrés de la eterna cuarentena y estás abierta o abierto a experimentar una comedia diferente o simplemente necesitas unos minutos de relajación, esta serie es para ti.