Este miércoles, el FC Barcelona informó, por medio de un comunicado médico, que Sergiño Dest, quien ha ocupado el lateral derecho de manera fija desde que Sergi Roberto se lesionó a finales del mes de noviembre, sufre de una molestia en su muslo derecho. De igual manera, la información recalcó que el futbolista norteamericano estará de baja y su evolución marcará el momento de su vuelta a los terrenos de juego.

El carrilero diestro del cuadro catalán ya venía presentando algunos inconvenientes físicos, razón por la cual se había ausentado de la semifinal de la Supercopa de España, ante la Real Sociedad. Ahora, lo peor se ha confirmado, ya que las dolencias en su muslo han persistido y alejarán a Dest de las canchas de manera indefinida.

Esta situación significa un percance más para Ronald Koeman y sus planes, ya que, actualmente, la plantilla no cuenta con ningún otro lateral derecho natural. Entre la baja de Dest y la de Sergi Roberto, la cual estaría por finalizar en los últimos días de enero, el técnico neerlandés tiene un problema entre manos, que deberá solucionar con un futbolista que juegue en el carril derecho de forma provisional.


Opciones para suplir a Sergiño Dest

La principal alternativa de la que Ronald Koeman podría tirar para suplir la baja de Sergiño Dest sería Óscar Mingueza, quien ya ha ocupado el puesto de lateral derecho en algunas ocasiones. Inclusive, en la semifinal de la Supercopa de España, ante la Real Sociedad, arrancó como titular en dicha demarcación y no desentonó defensivamente, aunque sí le faltó fuerza a la hora de sumarse al ataque.

Otra opción, la cual también ha sido usada por Koeman, pero más para dar descanso a Dest que para generar cambios importantes en el juego, sería la de colocar a Junior Firpo por la derecha. Este sería un último recurso, ya que no es el perfil natural del ex Real Betis y el entrenador neerlandés no confía del todo en dicho futbolista.

También cuenta con tres laterales derechos provenientes del filial; Álvaro Sanz, Andrés Solano y Sergi Rosanas. A menos que cualquiera de ellos le llene el ojo al entrenador de los Países Bajos para subir al primer equipo.