
Campos de algodón de Xinjiang. / Imagen de BBC
Moda
No todo es color de rosa en la industria de la moda
Clio Gigdem
13/Abril /2021
La industria textil últimamente ha sido motivo de debate debido a sus dudosas prácticas laborales y de producción. La controversia ha llegado a tal grado que grandes multinacionales han sufrido demandas por delitos de lesa humanidad.
Existen distintas razones por las que los consumidores adquieren cierto producto o servicio. En el caso de la industria textil, algunas de esas razones pueden ser porque está de moda, el renombre de la marca es del agrado del consumidor, o simplemente porque el precio se ajusta a su presupuesto. No obstante, últimamente la tendencia para tomar una decisión sobre cómo comprar responsablemente se ha inclinado por la exigencia de la transparencia de las industrias. Esto quiere decir que cada vez más personas son las que piden que los procesos de las industrias puedan ser visibles para saber qué es lo que se está comprando. Esto es algo que ha incursionado en muchos problemas a varias multinacionales, puesto que durante mucho tiempo sus procesos manufactureros no habían sido necesariamente éticos.

Tiendas Zara. / Imagen de getty Images
En el caso de la industria textil, las principales acusaciones son las vulneraciones de los derechos humanos de los colaboradores ya que las condiciones en las que trabajan son poco salubres y el pago no es representativo de su trabajo.
Actualmente, esas acusaciones ya están teniendo su debido proceso legal pues grandes multinacionales ya están siendo demandadas. Tal es el caso de la multinacional española, INDITEX, cadena comercial de las principales tiendas de moda como Bershka, Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe. Actualmente se está enfrentando a distintas demandas y sanciones.
La primera está relacionada con el medio ambiente pues han recibido una acusación por explotación de campos de algodón de Xinjiang. Después de tal declaración algunos países como Estados Unidos tomaron acción y prohibieron la importación de dicha materia prima proveniente de China.

Condiciones de trabajo en Bangladesh. / Fuente: Comunidad textil
El conflicto relacionado con los campos de algodón ha generado un nuevo disturbio y son las acusaciones contra la cadena comercial pues tienen denuncias de genocidio y crímenes de lesa humanidad. Aunque la empresa no ha hecho ningún comunicado al respecto, las opiniones externas prevalecen.
“Esta no es la primera vez que se presenta una denuncia sobre la responsabilidad de las multinacionales por una posible violación de los derechos humanos, pero sí la primera que se presenta por unos motivos tan graves”, explicaba Nayla Ajaltouni, coordinadora del Collectif Éthique sur l’étiquette, al medio de noticias francés France Inter.
La declaración fue hecha después de haber admitido que INDITEX, no es la única transnacional que ha estado envuelta en este asunto, existen otras empresas como la japonesa Uniqlo, la estadounidense, famosa por su calzado, Sketchers,la multinacional sueca H&M y el Grupo francés SMCP, matriz de las marcas Sandro, Maje, Claudie Pierlot y De Fursac.
Otra declaración que ha emitido al Ajaltouni es que toda denuncia de este tipo contras las grandes textileras no es porque se trate de un ataque directo contra las compañías sino porque actualmente los gobiernos europeos están creando nuevas normativas con mayor exigencia y las empresas que se encuentren dentro de su territorio que incurran en una falta serán sancionadas.

Trabajadores de Safia Minney. / Fuente: Slow fashion Next
Si bien es cierto que cada vez son más los gobiernos que exigen mayor responsabilidad social a las empresas, estos cambios han logrado traer grandes beneficios en favor del crecimiento y mejoramiento como sociedad y cuestiones vinculadas a la sostenibilidad.
Muchas otras empresas se han dado cuenta de la necesidad de cada vez ser más conscientes en lo que se consume y la transparencia que los clientes exigen para poder saber que su producto no está incurriendo en alguna falta ambiental, social, legal o la más importante, ética.
Por tal motivo, existen empresas textiles han optado por el cambio de materias primas para la fabricación de vestido y calzado. Algunos ejemplos son L’Autresac, una firma que se dedica al diseño y fabricación de bolsos hechos de cuero vegano; Safia Minney, una empresa que ha optado por el slow fashion para no incurrir en el daño al medio ambiente, pero sobre todo para poder brindarles mejores condiciones laborales a sus colaboradores.
Estas empresas logran demostrar que no es imposible ajustarse a las nuevas normativas de los gobiernos y exigencias de la sociedad. Además, lo más importante es que lo hacen por la consciencia social que tienen y no solo por el incremento de sus utilidades, lo cual representa su valor agregado.