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Gaming

Los videojuegos y la historia

Harim Martínez, Samanta Barbán

26/Enero/2021

2021 y las nuevas generaciones de consolas de videojuegos ya han salido a la venta y con ellas menciones de que los videojuegos son cada vez más fotorrealistas, cada vez más parecidos a la realidad, pero ¿de qué realidad se habla?

○ Historia como diversión
Conocemos grandes conflictos mundiales gracias a títulos como “Call of Duty®” o “Battlefield®” donde nos dan historias de superioridad y excelencia que parecen tener un tinte nacionalista. Por eso se quedan en la misma línea de su propia historia, porque su objetivo no es desafiar si no reafirmar su idea: las armas, sus uniformes, muestran un conflicto de “buenos contra malos”. Estos videojuegos nos acercan a su propia historia, por eso cuando escuchemos de “soldados heroicos” o “blancos caballeros” evitemos caer en esas trampas y dar todo por sentado.

El estudio de la historia no es fácil, ya que no sabemos realmente los sucedido, pero en algunos videojuegos como “Assassin's Creed Origins®” nos remontamos por el antiguo Egipto, en la Dinastía Ptolemaica y vemos una muestra de sus viviendas, mercados, vestimentas y costumbres. Algunas de estas cosas son producto de la imaginación del diseñador, pues no existe un precedente completo del pasado. Aunque la base del juego es una simulación, se vendió por lo bien documentado que está, sin importar cuánto de ciencia ficción contenga, la sensación que produce es de vivir en un Egipto cuando había faraones. Lo que empieza siendo una imagen simulada pero llamativa poco a poco nos transforma a la idea de que “Cleopatra” era el estándar de belleza de la era. Los videojuegos son ficción y pueden hacer o deshacer la historia, a menos que tomes un libro de historia egipcia, es una cultura que conocemos más por videojuegos y películas que por hechos verídicos.

○ La influencia de lo que nos rodea
Los humanos somos seres audiovisuales y las imágenes tienen un gran peso sobre nosotros, tomamos como experiencias culturales películas y pinturas y las compañías de videojuegos saben esto. ¿Qué son los videojuegos si no más que imágenes interactivas? No es que esté mal, podemos tomarlo como un guiño o una referencia como.

Como ejemplo, el conflicto de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) es la base de muchas películas y el videojuego “Medal of Honor®” es la primera adaptación en videojuego de la película “Rescatando al Soldado Ryan,” siendo esta la primera que tomó como inspiración dicho conflicto; iniciando así el género “shooter” y las películas bélicas modernas. Momentos como el desembarco de Normandía son lo que se suele llamar “mediaciones maestras”, moldes que se utilizan para representar ciertos momentos, así una pintura de la revolución francesa se convierte en “Assassin's Creed Unity®”. No es una relación exacta pero son lo suficientemente parecidas, como son imágenes que conocemos se convierte en una referencia pero no solo eso, también le da legitimidad, por lo tanto juegos como “Assassin's Creed®” se basan en pinturas que sirvieron como propaganda. ¿Cómo no tomarlo como un videojuego histórico?

No todo se encuentra en un libro de historia o en lo que aprendemos en la escuela, los videojuegos y las películas también tienen un gran contenido y con una proyección del reflejo de lo ocurrido en el mundo. Según un recuento realizado por una página especializada en videojuegos existen más de 183 variantes ambientadas en esta guerra. Tristemente en 2019 el tráiler y la portada del juego “Battlefield V®” fueron bastante criticados y rechazados por un sector de la comunidad gamer. En ambas situaciones aparecía una mujer en pleno campo de batalla y a ese sector le incomodó. ¿Cómo una mujer puede estar peleando en la Segunda Guerra Mundial? Esto tuvo repercusiones en redes sociales, tanto que el hashtag #notmybattlefield empezó a dispararse diciendo que aquello era “falta de rigor histórico”, como si un grupo de más de 400 mil mujeres no se hubiera enrolado en el ejército.

○ Historia como conflicto
Darle un sentido fiel al pasado es la relación más compleja de todas y seguramente por eso hay algunos casos que básicamente lo que hacen es reproducir la atmósfera ideológica de la época, para comprender más del pasado. Ninguno es miembro de la resistencia revolucionaria (y si lo somos no podemos decirlo), pero existen videojuegos como “Through the Darkest of Times” que hacen un excelente trabajo. Esto más que una referencia es gracias a los relatos que han sobrevivido, no es ver el pasado sólo como diversión, si no como una confrontación.

Otra obra llamada “1979 Revolution Black Friday®”, juego para PC, es una recreación de la revolución iraní de 1979 y está prohibida en ese país. Sus autores no pueden pasar a Irán y el motivo es que este videojuego desafía el relato oficial del gobierno de lo ocurrió exactamente en ese año. En el lado opuesto está “Call of Duty®” que cuenta con la supervisión y aprobación del gobierno de los Estados Unidos y sus fuerzas armadas,
En conclusión, habrá otros juegos que tomen el pasado como marco y quieran recrearlo, y existen muy buenos recuerdos de juegos antes mencionados, pero lo que realmente importa es que haya una mirada crítica con la historia y los videojuegos, pensar que van a hacer y donde se encuentra la línea que divide el rigor histórico y los pequeños detalles. Los estudios lo que quieren es ganar dinero, hacer títulos divertidos y atractivos, y si se quiere interpretar el pasado, desafiar cómo lo miramos y a partir de allí crear una narrativa más honesta se necesita trabajar mucho y realizar una investigación exhaustiva y eso ralentiza todo el proceso. Al público le da igual, mientras haya armas, armaduras, buenos y malos puedes meter una historia en la cual hasta los nazis hayan ganado.

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