
El Plan Cóndor, un acuerdo de cooperación en el Cono Sur / Foto: TeleSurTv
Historia, Cultura
Los 45 años del golpe de Estado en Argentina, y las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo
Brenda Ileana Uribe
25/Marzo/2021
A 45 años del golpe militar al Estado argentino, la lucha por la memoria, el esclarecimiento de la verdad y la exigencia por los derechos humanos siguen en pie. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo han sido un emblema y estandarte de lucha por los DD.HH. en todo el mundo.
El pasado 24 de marzo se conmemoraron los 45 años del inicio de la dictadura argentina, comandada por la Junta Militar, al mando de Jorge Videla. El ejercicio del poder de este gobierno estuvo apoyado por sectores civiles, eclesiásticos y empresariales de tipo conservadores, quienes legitimaban y financiaban el régimen y la violencia que se ejercía contra los subversivos. Aunado a esto, un plan de cooperación (Plan Cóndor) que se implementó en el Cono Sur (Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil) facilitó las detenciones arbitrarias de cualquier ciudadano con ideología y comportamientos sospechosos en contra de la dictadura. El Plan Cóndor fue orquestado desde Estados Unidos de América, mediante el cual los militares del Cono Sur recibieron entrenamiento político-ideológico y, por su puesto, militar.
Personas de la sociedad civil, en su mayoría activistas políticos y sociales fueron detenidos, torturados, asesinados, desaparecidos, o bien tuvieron que salir de la Argentina al exilio. Se tiene cuenta oficial de 30,000 desaparecidos, entre hombres y mujeres, pero también niñas y niños que fueron llevados en los vientres de sus madres, cuando aún ni siquiera habían nacido.

Foto: Facebook Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExESMA)
No fue sino hasta 1983 cuando las Junta Militar decide derogar la dictadura debido a la alta desaprobación, y demandas por crímenes de lesa humanidad y DD.HH. Y para 1985 comienzan los juicios legales en contra de dichas Juntas.

Abuelas de Plaza de Mayo / Foto: Facebook Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExESMA)
MADRES Y ABUELAS DE PLAZA DE MAYO: LA LUCHA POR LA DIGNIDAD
El 30 de abril de 1977, un grupo de mujeres, madres y abuelas de desaparecidos, y que ya se había venido encontrando en comisarías e iglesias, decidió reunirse en la Plaza de Mayo en Buenos Aires, en la búsqueda de sus hijos e hijas que la dictadura les había arrebatado. Estas mujeres aprovecharon la presencia de periodistas para mostrar sus demandas y denuncias en contra del gobierno militar. Lo que ellas exigían era información de sus hijos e hijas, ya que en ningún lado se las daban, ni siquiera en las comisarías u hospitales. Las madres suplicaban saber dónde y cómo estaban sus hijos, no importaba si estaban muertos o heridos, ellas querían saber “si estaban enfermos o ya habían comido”.
La dictadura pretendía borrar cualquier rastro de estas personas desaparecidas, por lo que el primero de octubre de 1977, las Madres y Abuelas participaron en la peregrinación nacional a la Basílica de Luján, donde se encontrarían con otras mujeres que exigían lo mismo con sus respectivos hijos. Asimismo, estas mujeres Madres eran también Abuelas, pues muchas de las hijas que había sido desaparecidas estaban embarazadas, próximas a dar a luz. Los nacimientos de estos bebés fueron en cautiverio, es decir, bajo el secuestro de las Fuerzas Armadas argentinas, quienes los separaron de sus madres y los entregaron a familias con afinidades al régimen dictatorial.

Madres y Abuelas de Plaza de Mayo con el pañuelo blanco Foto: Facebook Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExESMA)
EL PAÑUELO BLANCO: HERENCIA DE UNA LUCHA COLECTIVA Y FEMENINA
En la peregrinación de octubre del ‘77, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se reunirían con madres y abuelas provenientes de otras provincias de Argentina, para procurar una lucha mayor y que uniera a otros colectivos. En este punto de encuentro, para distinguirse de las otras multitudes, las Madres y Abuelas solicitaron a las demás mujeres que se incorporaran al colectivo el uso de un pañuelo blanco, ya sea en la cabeza o en el cuello.
Este pañuelo blanco muchas veces fue el pañuelo que las Madres tenían como recuerdo del nacimiento de sus hijos. Aquí se llevaba escrito el nombre de los hijos e hijas, en forma de lucha y resistencia, pues el gobierno militar pretendía borrar todo rastro de la existencia de los desaparecidos. Esto se hacía incluso con los nombres, para evitar las demandas por parte de las Madres y así conseguir un falso amparo legal porque esas personas “no existían”.
El colectivo de Madres y Abuelas perdura hasta hoy, continuando con la lucha por la memoria y los derechos humanos, intentando recuperar a todos los nietos nacidos en cautiverio, y regresarlo con sus familias reales, de sangre. Hasta la fecha se ha conseguido la recuperación de aproximadamente 200 nietos, de un total de 500 nietos. Asimismo, junto con el “Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExESMA)”, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se han consolidado como un referente para la lucha por la dignidad, abriendo paso a nuevos colectivos femeninos, como la Marea Verde.
El uso del pañuelo ha sido un símbolo de identidad entre estas luchas de mujeres, las Abuelas con el color blanco, y la Marea Verde, en su lucha por la despenalización del aborto, lo usa en color verde. Estas mujeres que actualmente son feministas y luchan por la equidad de género, y el poder de decisión sobre los propios cuerpos son, muchas veces, no solo herederas de la lucha colectiva de Madres y Abuelas, sino que también son nietas de las mujeres de Plaza de Mayo. De esta manera, la lucha de estas mujeres ha rebasado generaciones, pero también fronteras.