
Fuente: DW
Coyote Global
La crisis de los migrantes en Bielorrusia podría convertirse en una crisis militar
Nicole Huerta Herbosch
12 de Noviembre de 2021
El 8 de noviembre, en el paso fronterizo entre Polonia y Bielorrusia, miles de migrantes, principalmente provenientes de Oriente Medio, se alinearon contra la policía de antidisturbios e intentaba entrar en el territorio de la Unión Europea.
La UE ha acusado al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, de organizar el transporte de personas procedentes de países de Oriente Medio, haciéndoles creer que pueden entrar en Europa, como parte de una campaña para crear inestabilidad con una nueva ola de migración masiva hacia el bloque.
Asimismo, el primer ministro de Polonia acusó a Bielorrusia de “terrorismo de Estado” por su papel en la afluencia de inmigrantes reunidos en la frontera. Mateusz Morawiecki hizo estos comentarios durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Varsovia.
También afirmó que Lukashenko actuaba por “discreta venganza” en respuesta al apoyo polaco a la oposición en Bielorrusia. Un día antes, Morawiecki acusó a Vladimir Putin de orquestar la afluencia de inmigrantes.
Bielorrusia y Rusia han vuelto a responder a estas acusaciones, y Minsk ha acusado a la UE y a Occidente de “provocar” el enfrentamiento fronterizo.
Miles de inmigrantes y refugiados han instalado campamentos improvisados en la frontera de Polonia con Bielorrusia, en condiciones de congelación. El miércoles 10 de noviembre, la Alta Comisionada de la ONU para los Refugiados, Michelle Bachelet, denunció que la situación en la frontera es una “situación intolerable” y exigió que los inmigrantes tengan acceso “inmediato” a la ayuda humanitaria; también la canciller alemana Angela Merkel instó al presidente ruso a intervenir.
Las autoridades polacas dijeron el miércoles que las fuerzas de seguridad habían frustrado casi 600 intentos de entrada en el país en 24 horas.
Un portavoz de la Guardia de Fronteras manifestó que nueve inmigrantes habían sido detenidos y que otros 48 habían recibido órdenes de abandonar el país.
Las autoridades dijeron que más de 50 personas habían sido detenidas después de que dos grupos distintos cruzaran la frontera ilegalmente y entraran en territorio polaco.
El ministro de Defensa polaco afirmó el miércoles que pequeños grupos seguían intentando cruzar la frontera bielorrusa. “La situación no está tranquila”, dijo Mariusz Blaszczak.
Su ministerio ha acusado a las fuerzas bielorrusas de realizar disparos al aire en una zona donde los migrantes han montado un campamento improvisado. El ministerio publicó un vídeo en Twitter con el sonido de lo que parece un disparo.
Es imposible verificar la información de forma independiente. Polonia ha impuesto el estado de emergencia que impide a los periodistas, activistas y cualquier otro no residente entrar en la zona fronteriza.
Lituania declara el estado de emergencia
En Lituania entró en vigor a medianoche el estado de emergencia, que durará un mes a lo largo de su frontera con Bielorrusia. El martes se impidió la entrada al país de al menos 170 migrantes.
La medida restringe la circulación de vehículos e impone la prohibición de entrar en una zona de cinco kilómetros en el interior, exceptuando a los residentes. Los guardias pueden realizar controles dentro de la zona. También prohíbe las concentraciones en la zona y se aplica también a los inmigrantes en otros lugares, incluida la capital, Vilnius.
Los últimos acontecimientos se producen en el periodo más tenso hasta la fecha, tras meses de fuerte migración en las fronteras de Bielorrusia con Polonia, Lituania y, en menor medida, Letonia. Los tres países de la Unión Europea están situados en la frontera oriental del bloque de los 27.
Merkel pide a Putin que intervenga
La oficina de la canciller alemana dijo que Merkel habló con Putin por teléfono y “subrayó que la instrumentalización de los migrantes contra la Unión Europea por parte del régimen bielorruso es inhumana y completamente inaceptable, y pidió al presidente ruso que ejerciera su influencia sobre el régimen de Minsk”.
Rusia es un estrecho aliado del gobierno de Bielorrusia. Alemania es uno de los destinos favoritos de los inmigrantes que llegan a la Unión Europea.
El relato del Kremlin sobre la llamada expresa que Putin “propuso establecer una discusión sobre los problemas que han surgido en los contactos directos de los representantes de los Estados miembros de la UE con Minsk”, y añade que Putin y Merkel “acordaron continuar la conversación sobre el tema”.
Minsk y Moscú rechazan las acusaciones
Bielorrusia continuó con su intento de echar la culpa a Polonia y a Occidente el miércoles, un día después de que Lukashenko acusara a Polonia de llevar a cabo una “guerra” contra los inmigrantes.
El ministro de Asuntos Exteriores, Vladimir Makeï, dio la vuelta a las acusaciones contra Minsk y dijo que la crisis migratoria había sido “provocada por la UE y sus Estados miembros limítrofes”, y que se utilizaba como “excusa” para imponer una “quinta ronda de sanciones”.
Desde Moscú, al reunirse con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, Makeï añadió que los dos países trabajan para dar una respuesta conjunta ante los “actos inamistosos” dirigidos a Bielorrusia.
Lavrov se mostró de acuerdo, afirmando que habían reforzado su colaboración “para contrarrestar una campaña contra Bielorrusia desencadenada por Washington y sus aliados europeos en el seno de las organizaciones internacionales”.
El Kremlin ha rechazado las acusaciones del primer ministro polaco, que afirmó el martes que el presidente Putin estaba orquestando la afluencia de inmigrantes como “patrocinador” de las acciones de Lukashenko.
Dmitri Peskov calificó los comentarios de Mateusz Morawiecki de “absolutamente irresponsables e inaceptables”.
El papel de Moscú en la afluencia de inmigrantes ha sido objeto de un mayor escrutinio esta semana. La UE dijo el martes que Rusia está entre los 20 países sospechosos de participar en el transporte de personas hacia Bielorrusia.
Los líderes de la UE alegan que Bielorrusia está tomando represalias por las sanciones que el bloque impuso al gobierno autoritario de Minsk, por su brutal represión de la disidencia interna.
Miles de personas fueron encarceladas y golpeadas tras meses de protestas a raíz de las elecciones presidenciales del año pasado que, según la opinión generalizada, Lukashenko amañó para ganar un sexto mandato.
Los fondos de la UE para las barreras fronterizas son “legalmente posibles”
En su comparecencia junto a Morawiecki en la capital polaca, Charles Michel planteó la posibilidad de nuevas sanciones de la UE contra el régimen de Bielorrusia, así como posibles medidas contra los países de origen de los inmigrantes y las compañías aéreas que los transportan a Europa.
Las consecuencias de sus decisiones equivalen a “un ataque híbrido contra la UE”, dijo el Presidente del Consejo Europeo, el órgano que representa a los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
“Si no somos capaces de convencer con nuestros argumentos, debemos estar preparados para decidir sanciones concretas y operativas porque tenemos que ser firmes, lo que ha pasado es grave y tenemos que reaccionar con firmeza, tenemos que estar unidos”, añadió.
Michel también planteó la cuestión de la posible financiación por parte de la UE de las infraestructuras físicas fronterizas de los Estados miembros, que según el dictamen jurídico del Consejo es “legalmente posible”.
Lituania, señaló, tiene una frontera de 600-700 kilómetros con Bielorrusia y se enfrenta a una “situación totalmente nueva”.
“¿Es posible que la UE sea solidaria ayudándoles a proteger sus fronteras nacionales, que también son fronteras europeas?”, preguntó, y añadió que esperaba que la UE fuera capaz de acordar una línea clara.
Doce países de la UE escribieron a la Comisión en octubre pidiendo que la UE financiara las infraestructuras fronterizas. Su Presidenta, Ursula von der Leyen, rechazó la idea, diciendo que la UE no financiaría “alambre de espino ni muros”.