El pasado 25 de diciembre, el telescopio espacial James Webb tuvo que ser plegado para poder ser lanzado dentro del cohete Ariane 5 debido a su gran tamaño. A través de su viaje hasta un lugar estable entre el sol y la Tierra, se ha ido abriendo poco a poco para evitar alguna falla. La NASA confirmó esta semana que por fin el telescopio se logró desplegar por completo, y no sufrió ningún daño. Este telescopio podrá explorar el Universo, abriendo las puertas a nuevos descubrimientos científicos.

El espejo primario que contiene segmentos hexagonales como se ve en la imagen, es el más grande que se haya lanzado al espacio, y el más poderoso de la historia superando incluso al Hubble. Es por eso que la NASA está festejando un logro que marcará la diferencia en cómo conocemos el espacio en la actualidad y lo que sabremos en el futuro acerca de él. El viaje del telescopio aún no se ha completado, sin embargo, uno de los obstáculos más grandes era el despliegue de dicho espejo, el cual se logró exitosamente.
A pesar de haber logrado tal hazaña, los próximos meses serán críticos para el equipo de trabajo. Los 16 segmentos hexagonales que conforman el espejo primario deberán ser probados y calibrados vía remota con ayuda de 126 motores.

Se espera que para el 23 de enero de este año el James Webb llegue a su ubicación de inserción, desde donde planeará hasta su ubicación final, ubicada a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra. De esta manera se colocará en una posición que le permitirá mantenerse estable en el espacio.

Se estima que las primeras imágenes se obtendrán hasta el mes de junio. Sin embargo, ya se puede decir que la NASA ha vuelto a hacer historia, y que aunque faltan muchos retos por superar, ya logró colocar al James Webb sano y salvo en el espacio.