La figura política del subsecretario de salud Hugo López Gatell está cada vez más desgastada gracias a sus contradicciones, éstas últimas en relación a su reciente contagio de COVID-19, el cual fue anunciado por él mismo el pasado 20 de febrero mediante sus redes sociales.
Este pasado miércoles, López Gatell fue captado en un parque de la colonia condesa, a pesar de no tener aún el alta epidemiológica, después de estas imágenes fue cuestionado y para una entrevista declaró que la probabilidad de que el contagiara a alguien a través del doble cubrebocas mientras camina en el parque a 6 metros de distancia de otras personas es virtualmente cero, también declaró que no iba a estar en una oficina cerrada o interactuando con otras personas.
Tras darse a conocer estas imágenes el funcionario responsabilizó y criticó a los medios de comunicación y aseguró: “que seguramente es más lucrativo sacar noticias que pudieran generar escándalo y entonces esto les aumentará las cuotas de las tarifas de publicidad y en otras fuentes de ingreso”.

Es por ello que el diputado federal perteneciente al partido Movimiento de Regeneración Nacional, Sergio Mayer advirtió mediante un Twitter que propondrá una comparecencia del subsecretario en la cámara de diputados.
Para muchas personas esta petición de comparecencia, parece con fines políticos ya que proviene de alguien del mismo partido del cual pertenece el subsecretario, sin embargo no se puede negar que el personaje de Gatell se encuentra desgastado y se ha desacreditado gracias a sus actos constantes de irresponsabilidad y los cuales nos dejan entrever que del discurso a la realidad hay una distancia abismal.
La comparecencia resulta necesaria pues recordemos que en alguna ocasión se había programado y por cuestiones de seguridad pública no se efectuó, pues no podemos evitar pensar que es responsabilidad de una persona con un cargo tan importante para la situación de salud actualmente que deba de justificar varios de sus errores y entregar cuentas acerca de qué tan oportunas o no fueron sus intervenciones.

El estilo político de López-Gatell es completamente arraigado al del presidente de nuestro país, contestatario e indiferente a las críticas que la sociedad y evidentemente a las que lo medios de comunicación puedan efectuar en contra de él, es característico de este estilo tratar de justificar lo injustificable y tener esta oposición a poder reconocer los errores, aunque para ser sinceros está ya desgastándose el modelo.