Comenzará el FC Barcelona el 2021 con las elecciones del 24 de enero, a menos que tengan que demorarse por la situación epidemiológica. Pero este 2020 lo arrancaba empatando en casa del Espanyol (que acabó descendiendo) y especialmente con ese sonoro traspiés en la Supercopa de España, que desencadenó todo lo que se venía amontonando años antes, porque Ernesto Valverde fue cesado, llegó Quique Setién y al poco tiempo la pandemia.

El resto lo tienen reciente, culminando el cúmulo de despropósitos con la goleada del Bayern Múnich, la derrota en el Clásico o la también dolorosa derrota en casa ante la Juventus de Turín en Liga de Campeones, para perder la primera plaza del grupo casi tres lustros después. Todo ello en medio de una crisis económica sin precedentes que pilla a la entidad en el peor momento posible para sus arcas. Y ahora nos encontramos inmersos en una atípica campaña electoral.


2021 arranca con dudas e ilusiones

Ahora en el mes de enero que va a comenzar, los azulgranas tienen esas elecciones a la vuelta de la esquina que marcarán el futuro inmediato del club. Aunque esto no despeja por ahora las lógicas incógnitas que se presentan. La más acuciante la económica, con las finanzas dañadas y sin ingresos de taquilla por ahora a la vista. Algo que ningún candidato sabe, al menos antes de tomar posesión, como solventar.

La otra gran duda que 2021 presenta tiene que ver con Lionel Messi, que acaba contrato. Ya en agosto pidió salir y la anterior junta lo denegó, mientras ahora podría hacerlo sin problemas. El argentino no deja de ser relacionado con clubes como PSG y Manchester City y su alto salario es una traba que parece insalvable.

Pero hay, aunque no se ganen títulos, motivos para la esperanza. La irrupción de nuevos talentos comandados por Ansu Fati, la sensación de que el cambio de ciclo al fin se consuma, aunque los resultados no se vean, y sobre todo la posibilidad de pasar página. 2021 será el año del reencuentro con los aficionados y eso sin duda será lo más importante.