Pese a perder la final de la Supercopa de España contra el Athletic de Bilbao, perdiendo la oportunidad de conquistar un trofeo nada más arrancar este 2021, el FC Barcelona comienza a evidenciar síntomas de mejoría. Todo ello, dicho sea de paso, bajo la gestión desde el banquillo de un Ronald Koeman que encontró una tesitura curiosa al tomar el testigo de Quique Setién.

Nada más aterrizar en el Camp Nou, el neerlandés era consciente del desafío de levantar un vestuario que había quedado bastante afectado a nivel anímico por el mazazo sufrido contra el Bayern Múnich en Lisboa (Champions League). Por tanto, una de las claves del paso al frente de los culés tiene que ver con un jugador que empieza a sonreír de lo lindo cuando se enfunda la zamarra blaugrana: Frenkie de Jong (23 años).

○Su incidencia en ataque

Tras una temporada de adaptación, junto con la dificultad añadida por la pandemia del coronavirus, el centrocampista está dejando varios brotes verdes para rememorar su mejor versión tanto en el Ajax de Ámsterdam como en Países Bajos. Sin duda, tal y como recogen los medios españoles, uno de los factores a tener en cuenta reside en el impacto que está teniendo de cara a puerta.

Y no solo es en la faceta anotadora, también Frenkie se siente con confianza desde hace varias semanas para asociarse a las mil maravillas con sus compañeros, sin ir más lejos, el centro que le entregó el pasado fin de semana a Riqui Puig (21 años) para certificar la victoria del Barça en Elche. El Bayern Múnich permanece al acecho de este brillante profesional, pero da la sensación que De Jong tan solo tiene ojos para los de Koeman.