
Mujeres dejando ofrenda en los muros que rodeaban Palacio Nacional / Imagen de Twitter @emiliotunguii
Política, Nacional
El falso feminismo de la 4T
Gisela Ramírez
11/Marzo/2021
Desde que inició la gestión de la llamada “Cuarta Transformación” se ha llevado una narrativa sobre “el sexenio de las mujeres” pero, ¿qué tan verdadero es ese discurso?
El Movimiento de Regeneración Nacional, coloquialmente conocido como Morena, es un partido político mexicano que tiene sus raíces en un movimiento social impulsado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En 2018, en tiempos de campaña electoral, AMLO -quien en ese momento buscaba la presidencia de la república- en numerosas ocasiones declaró que la paridad de género en el ámbito político y la igualdad entre el hombre y la mujer, eran vitales para su partido. Una vez que Obrador ganó la presidencia y llegó el momento de presentar a su gabinete oficial, volvió a mencionar la importancia de la mujer en el ámbito político, por lo que incluyó a ocho mujeres en su equipo como ejemplo de esto.
Según la Declaración de Principios de dicho partido, Morena se pronuncia en contra de cualquier tipo de opresión, incluyendo entre sus principios que luchan “contra la violencia hacia las mujeres y contra cualquier forma de discriminación por razón de sexo”. Incluso el presidente dijo en la conferencia de prensa matutina del jueves 25 de febrero, “Yo soy humanista y yo apoyo al feminismo y no somos iguales a los conservadores. No tengo ningún problema de conciencia” (2021), y “Pues no, nosotros estamos a favor de los derechos de las mujeres. Baste decir que la mayoría de los servidores públicos del más alto nivel son mujeres” (2021).
En la teoría, se puede apreciar que AMLO y Morena adoptan un discurso feminista, pero la verdadera postura de este gobierno se puede ver ante las demandas de los grupos feministas, como lo son la despenalización de la interrupción del embarazo o que se revoque la candidatura a gobernador del estado de Guerrero de Félix Salgado Macedonio; entre otros ejemplos, las peticiones han sido ignoradas o se les han dado largas a las exigencias.

Gabinete Presidencial 2018-2024. / Imagen de Lopezpbrador.com
Independientemente de su discurso de “apoyo al feminismo”, el presidente ha hecho más de una declaración insensible que estuvo completamente fuera de lugar, considerando la situación de violencia hacia la mujer en México, el país donde mueren 10 mujeres al día; por ejemplo, en la mañanera del 6 de marzo del 2020, dijo que, “En el caso de la violencia en general y contra las mujeres, no hemos nosotros advertido un incremento, desde luego la forma que tenemos de medirlo, son las denuncias que se nos presentan, puede haber cifra negra, pero en las denuncias no ha habido”. Ante esta declaración, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero recalcó que durante el encierro debido al COVID-19 la violencia contra las mujeres ha incrementado, mientras que la Red Nacional de Refugios también reportó un incremento de personas detenidas por violencia familiar.
Nueve días después de esta conferencia, el presidente declaró en su mañanera: “Otro dato, que no quiere decir que no exista la violencia contra las mujeres, porque no quiero que me vayan a malinterpretar, porque muchas veces me sacan de contexto, lo que digo el 90% de esas llamadas son falsas, está demostrado”. Según datos del Secretariado Ejecutivo del sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), las llamadas de auxilio de mujeres al 911 habían incrementado en un 23%; así que, una vez más, AMLO se encontró minimizando los problemas de violencia hacia la mujer en el país.
Otro ejemplo de este falso feminismo se pudo apreciar después de que diversas mujeres, a través de redes sociales, impulsaran el hashtag #PresidenteRompaElPacto a manera de protesta, haciendo referencia a que rompiera el pacto patriarcal que da privilegios a los hombres y permite que un presunto abusador tenga una candidatura a gobernador. El presidente respondió de la siguiente manera: “Pero cuando se dice rompa el pacto, pues ya lo estoy rompiendo cuando rompí el llamado ‘Pacto por México’ que no era más que pacto contra México o el ‘pacto del silencio’ que establecieron los que reprimieron y desaparecieron a los 43 normalistas de Ayotzinapa. El otro pacto no”.

Fuente: La Saga
En víspera de la conmemoración del 8 de marzo, a través de redes sociales se llevó a cabo la organización de diversas colectivas feministas, que buscaban manifestarse de manera pacífica para demostrar su inconformidad ante la inseguridad y la discriminación que sufre la mujer mexicana. Paralelamente, el 5 de marzo comenzaron los preparativos del gobierno, que consistieron en amurallar monumentos -incluido Palacio Nacional- para evitar “destrozos” y en palabras del presidente, “para cuidar que la manifestación no se saliera de control”.
En la mañanera del 8 de marzo, el presidente tocó el tema de la marcha, recalcando que sus enemigos políticos fueron quienes incitaron la marcha de las feministas, pues dijo que “ahora se disfrazan de feministas y se molestan porque se puso una valla para evitar la violencia”. AMLO recalcó que sus “adversarios” buscan hacer ver mal a su gobierno a través de protestas violentas, incluso haciendo énfasis en que “antes no había esas protestas. Empezaron con nuestro gobierno, porque, valiéndose de un movimiento justo, noble, se aprovechan para lanzarse en contra del gobierno”.
El propósito real de esta protesta era exigir los derechos humanos que le son constantemente negados a las mujeres, visibilizar las inconformidades de las grupas feministas y dar un espacio para alzar la voz por a las víctimas de la violencia de género. Desafortunadamente, conforme progresó la marcha y fue ganando fuerza, los ataques y la brutalidad policial se hicieron presentes. A través de redes sociales como Twitter e Instagram, las mujeres partícipes de la protesta documentaron su experiencia; un movimiento que comenzó como símbolo de sororidad y exigencia de justicia, se convirtió en ataques con gases lacrimógenos y criminalización a las feministas presentes.
Para el miércoles 11 de marzo, en la conferencia mañanera el presidente dijo que, "El día de la marcha siempre hay comunicación con los colectivos, con autoridades de la Ciudad de México. El informe que me dieron el día de ayer es de que no querían hablar, no querían diálogo, eso me gustaría que lo aclarara Claudia (Sheinbaum); dice que le sorprendió porque, hasta en las situaciones más difíciles, aceptan”; queriendo dejar con una mala imagen a las feministas, como si estas hubieran marchado con el afán de boicotear su gobierno y no para exigir los derechos que históricamente les han sido negados.
La Cuarta Transformación está permeada de falso feminismo y de discursos vacíos, que se pueden ver en el actuar del presidente y demás funcionarios públicos; afortunadamente, para las mexicanas existen otras con la convicción, la valentía y la fortaleza de exigir lo que la cultura patriarcal les ha quitado.

Feminista frente a Palacio Nacional. / Fuente: Revista Fama