La pasión de Adele por la música comenzó muy lejos de los escenarios cuando aún era una niña y disfrutaba de imitar a Beyoncé y a las Spice Girls haciendo pequeñas presentaciones en casa a los amigos de su mamá.

En un inicio veía el estrellato muy lejano, pero las circunstancias cambiaron cuando un amigo suyo subió varios demos de canciones escritas por ella, donde cantaba tocando una guitarra. Estos videos llegaron a los directivos de varias empresas discográficas las cuales manifestaron su interés en la joven, el resto es historia.

Desde el inicio de su carrera Adele se mostró reacia a compartir detalles de su vida personal, en especial lo relacionado a su familia. Ella siempre se ha encargado de dejarnos claro que su vida va muy aparte de su carrera.

A principios de 2017 Adele se retiró de los escenarios luego de que se le detectara una complicación en las cuerdas vocales, lo que la llevaría a no concluir la gira que tenía planeada para promover su penúltimo álbum de estudio 25.

Después de alejarse un tiempo y hacer una pausa en su carrera, Adele apareció en los tabloides. Se rumoreaba que su matrimonio con el empresario británico Simón Konecki, estaba en problemas, algo que más tarde se comprobó cuando la noticia de su divorcio se publicó, así como el acuerdo millonario al que llegaron.

Todo esto acompañado de un cambio radical en la imagen física de la cantante el cual desde luego no pasó desapercibido.

Adele revelaría más adelante en una entrevista para la revista Vogue que “no era feliz, simplemente hacía las cosas porque tenía que hacerlas”, declaró que “ninguno de los dos hizo nada malo, no nos lastimamos ni nada por el estilo, solo quería que mi hijo me viera amando a alguien y siendo amada”, remarcó, y añadió que desde entonces está buscando “la verdadera felicidad”.