
Entrada al Comedor de los Milagros / Imagen: Facebook
Cultura
El “Comedor de los Milagros” un ritual gastronómico latinoamericano casi divino
Brenda Ileana Uribe
29 de Abril de 2021
Si de comida se trata, Latinoamérica es una de las regiones más privilegiadas por lo fértil de sus tierras y diversidad de sabores y olores. En la colonia Roma existe un lugar para probar siete de las cocinas tradicionales latinoamericanas; con nativos de los diferentes países preparando los platillos, el “Comedor de los Milagros” es un ritual que debes probar.
Ubicado en la calle Medellín de la Colonia Roma está el “Comedor de los Milagros”, un lugar acogedor para quien disfruta la convivencia con familia y amigos. Tiene un toque arquitectónico de lo popular, como si de un mercado se tratara, pues la región Latinoamericana se caracteriza por el ambiente festivo que casi siempre tienen sus habitantes y espacios públicos. El Comedor abrió sus puertas en 2019, fundado por dos emigrantes latinoamericanos, Ramiro y Marcos, quienes llegaron a México, y se les hizo el “milagrito”.
La decoración del lugar te remonta a los carnavales en Brasil, con flores y los muros con muchos colores; o bien a cualquier barrio popular de “Nuestra América”, como le llamaba José Martí. El restaurante se compone de dos niveles; primeramente, la planta baja, donde encontramos comedores de madera como si de un picnic se tratara, y los locales que albergan las siete cocinas; y la planta alta, donde se ubican mesas separadas y coloridos murales que retratan algunos personajes populares latinoamericanos, como Frida Kahlo o René (Residente). Además su nombre proviene del sentido solidario y de comunidad que a la región caracteriza —como los comedores comunitarios—, y a la religiosidad latinoamericana, que a pesar de abrazar diferentes religiones, es un elemento importante de la identidad latina.
También cuenta con un domo retráctil que abren cuando las condiciones climáticas son favorables, y que por las noches se ilumina con pequeños focos que simulan las estrellas en el firmamento. En el segundo nivel se encuentran frases populares —y un tanto motivacionales — iluminadas por luces neón. Los baños se diferencian de los convencionales, pues si bien son de “damas” y “caballeros”, no los nombran con esas palabras, sino que usan modismos latinos; para las mujeres están “piba”, “chamaca”, “mina”; y para lo hombres “pibe”, “chamaco”, “filho”.

Las “estrellas” del Comedor / Imagen: Facebook
En el Comedor de los Milagros se sirve comida de siete países diferentes de Latinoamérica: Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Uruguay, Venezuela, y por supuesto México. Cada una de estas cocinas evoca su ritualidad única, pues sus cocineros y cocineras son nativas de cada nación, y todas en conjunto te harán sentir como una “experiencia religiosa”, donde estar vivo y deleitarse el paladar con tan diversos sabores es realmente un milagro.
En el menú hay de todo, dependiendo de cada país. En “Ásame Mucho” de Argentina puedes encontrar los mejores asados; para la cocina brasileña, “Meu” ofrece espadas brasileñas y la típica feijoada; “Valderrama” te ofrece el sabor colombiano de la bandeja paisa; en “Agárrate Catalina” —que también es el nombre de una murga uruguaya — puedes encontrar tradicionales pizzas uruguayas por metro, o por porción; “La Carajita” te invita a saborear arepas venezolanas, especialmente la de carne machacada de res; no podía faltar el sabor del mar con el ceviche limeño de “Lima mía”, del Perú, y que a veces también ofrece variedad de sushi. La cocina mexicana también se hace presente con la variedad de tacos, pero te recomendamos probar algo diferente a través de una —o varias — de las seis cocinas latinas que antes mencionamos.

Comida latinoamericana / Imagen: Facebook
La variedad de comida latinoamericana por supuesto que no puede ser reducida a un único local o una sola forma de preparación, sino que va a depender de cada comunidad y grupo social, y toda la carga cultural que conlleva la comida. Sin embargo, el concepto del “Comedor de los Milagros” resulta peculiar, pues juntar en un “mercadito” diferentes cocinas latinoamericanas mientras se escucha música latina como la salsa y el reggaetón hacen de esta una experiencia interesante y divertida.
Nuestra recomendación es probar los platillos y cocinas de nuestra región, que por su riqueza cultura y diversidad natural no le piden ni le envidian nada a las cocinas europea y asiática. Viajemos a “Nuestra América” aunque sea a través del paladar, pues la comida es un lazo socioemocional, y también es una forma de reconocer a nuestros vecinos sudamericanos.