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Bienestar
Cómo decir “no” sin sentirme culpable
Mariel Cruz
7 de Mayo de 2021
En ocasiones es difícil decir “no” por la empatía que se tiene con los otros y por la búsqueda de nuestro ego por querer ser una “buena persona” y ser aprobado por los demás, sin embargo, decir “no” a algo que verdaderamente no deseamos hacer no debería generarnos culpa alguna.
La búsqueda constante del ser humano por ser calificado como una “buena persona” es normal y más común de lo que creemos.
En ocasiones nos esforzamos por cumplir las expectativas de los demás y el “deber ser”. Esto puede ser un limitante, puesto que se quiere quedar bien con los demás al punto de hacer cosas que en ocasiones no se desean por miedo al qué dirán o por miedo a ser tachado como una “mala persona”.
Aprender a decir “no” es muy importante, de esta forma establecemos límites y nos priorizamos. Decir “no” no es sinónimo de ser egoísta o ser una mala persona, al contrario es un acto de amor propio, ya que somos honestos con nosotros mismos y con los demás en cuanto a nuestros deseos y necesidades.
El miedo a ser juzgado como una mala persona puede generarnos sentimientos de culpa, por lo que terminamos accediendo y reprimiendo una parte de nosotros que no desea realizar algo. Sabemos que decir “no” puede ser complicado, difícil e incluso incómodo por lo que a continuación se muestran algunas recomendaciones que puedes poner en práctica para decir “no” sin sentirte culpable:
1. Escuchar antes de decir “sí”: Cuando alguien te cuente algo o cuando te pidan un favor escucha a la persona primero. Un ejemplo para practicar esto es la modificación de los diálogos con la otra persona, por ejemplo, si te preguntan: “¿Te puedo pedir un favor?” contesta: “Platícame de que se trata” o “Cuéntame ¿qué necesitas?”
2. Pensar antes de acceder: Cuando la persona haya finalizado, toma tu tiempo para reflexionar si realmente quieres o puedes ayudar a esa persona. No respondas inmediatamente y toma un par de minutos para pensar en tu decisión. Para esto puedes decir lo siguiente: “Dame un momento y regresó para contestarte” o “Permíteme pensarlo y te doy una respuesta”.
3. Decir “no” de manera firme y cordial: Si has tomado la decisión de decir “no” debes evitar darle vueltas al asunto o tratar de enmendar lo dicho dando miles de argumentos. Lo que sí puedes hacer es comunicar tu decisión de manera asertiva y sin ofender a la otra persona. Para esto puedes optar por decir lo siguiente:
“Agradezco mucho tu confianza para contarme esto, pero no podré ayudarte por estas razones, sin embargo espero que puedas resolverlo y si puedo ayudarte en alguna otra cosa puedes preguntarme.”
Por último es importante mencionar que todas las personas tenemos una manera distinta de reaccionar. Puede ser que los demás no comprendan tus argumentos y razones para no hacer algo y podrían mostrarse enojados. Recuerda que no eres responsable de la reacción de los demás. Nosotros mismos somos nuestra prioridad y debemos hacer lo que verdaderamente deseamos y no lo que otros desean o esperan de nosotros.