En 2004 la periodista Lydia Cacho publicó Los Demonios del Edén, un libro donde se narra con lujo de detalle como el poder protege las redes de pornografía y prostitución infantil; al igual que arroja luz sobre una red de lavado de dinero donde estaban involucrados diversos políticos y empresarios. En esta obra, Cacho se da a la tarea de recopilar testimonios de víctimas de dichas redes e incluso reveló los nombres de los responsables de estos abusos. Entre las figuras que la autora presenta como responsables de los abusos y como cómplices están: Jean Succar Kuri, Kamel Nacif, Miguel Ángel Yunes, Emilio Gamboa Patrón y Alejandro Góngora Vega, entre otros.

Los demonios del Edén relata desde la voz de las víctimas de abuso como Succar se aprovechaba de las menores tanto de manera sexual, como de forma psicológica. Siguiendo un modus operandi donde primero buscaba niñas con problemas económicos y se ganaba su confianza a través de regalos y dinero, para después acostarse con ellas, grabar los actos sexuales y chantajearlas con dichos vídeos para seguir acostándose con ellas o para que le llevaran niñas nuevas.