Desde el pasado lunes 1 de marzo y hasta el 12 de marzo la compañía de circo vanguardista checa “Cirk La Putyka” (Circo La Pipeta en checo) ha propuesto una protesta en sus instalaciones de un antiguo matadero en Praga para denunciar lo que consideran “la inutilidad del cierre de espacios y el confinamiento” con una propuesta titulada Umělec v izolaci o Artista en Aislamiento, manifestando su descontento por las medidas tomadas por el gobierno y por el aislamiento no sólo social sino también económico, dado que República Checa es el país más afectado de Europa por las olas segunda y tercera de contagios de COVID.

Los lugares de esparcimiento han sido cerrados como medida preventiva desde el pasado otoño, lo que obligó a la compañía a realizar su espectáculo en las calles, sin embargo desde el lunes pasado las medidas se han reforzado y también al aire libre está restringida la actividad.

Los ingresos de la compañía provienen mayormente de la venta de entradas por lo que se las han ingeniado para realizar presentaciones callejeras o en espacios abiertos, sin embargo esto tampoco es posible dadas las medidas de confinamiento por lo que se han dado a la tarea de crear éste performance sin restricciones, tomando turnos de 24 horas donde un solo intérprete en escena posee todo para resistir el tiempo en escena que normalmente no pasa de tres horas, se proponen situaciones límite, representaciones estéticas de diversa índole sin hacer pausa alguna para dormir hasta el siguiente turno. En este momento hay un disco que cuelga del techo y moviéndose como péndulo con diversos objetos, una piña, un casco, una pequeña escalera, una botella y una aspiradora mientras el actor se encuentra sentado en un extremo del escenario usando herramientas y materiales para fabricar algo inadvertido.

Todo el evento es transmitido por redes sociales, principalmente por los canales de Facebook y Youtube de manera ininterrumpida, existiendo la posibilidad de que el intérprete pueda comunicarse con el público por teléfono.